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Guía Completa de Seguros de Gastos Médicos Familiares

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Claro que sí, un seguro de gastos médicos familiares es mucho más que un simple contrato. Es, en esencia, una póliza diseñada para blindar la salud de todos los miembros de tu familia bajo un mismo paraguas, creando un escudo financiero contra los imprevistos médicos. Piénsalo como una inversión directa en tu tranquilidad, una que te garantiza acceso a atención médica de primera sin poner en jaque el patrimonio que tanto te ha costado construir.

¿Por qué un seguro de gastos médicos es clave para tu familia?

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Imagina por un momento que tu estabilidad financiera es una casa, esa que has levantado con años de esfuerzo. Una emergencia médica inesperada, como un accidente grave o una enfermedad, puede ser como un terremoto que amenaza con derrumbarlo todo en cuestión de días. Justo ahí es donde entra el seguro de gastos médicos familiares, actuando como los cimientos reforzados y la estructura antisísmica de esa casa, absorbiendo el impacto para que todo lo demás se mantenga en pie.

Y no, no es una exageración. La realidad en México es que la vulnerabilidad financiera ante un problema de salud es altísima. Para que te des una idea, apenas un 10% de la población tiene un seguro de gastos médicos mayores. Esta cifra tan baja explica por qué casi la mitad del gasto en salud en el país —un alarmante 49% en 2023— sale directamente del bolsillo de las familias, lo que muchas veces significa agotar ahorros o endeudarse. Si quieres profundizar, puedes revisar más datos sobre la cobertura de seguros en México en La Jornada.

El impacto real de una emergencia médica

Para que quede más claro, vamos con un ejemplo práctico. La familia Pérez, dos adultos y dos niños, no tiene seguro. De pronto, su hijo menor necesita una apendicectomía de urgencia. La cuenta del hospital supera los $90,000 pesos entre honorarios, quirófano y medicamentos. Para pagarla, tienen que usar los ahorros que tenían para la universidad de sus hijos y, además, pedir un préstamo.

Ahora, pensemos en la familia García, muy similar pero con un seguro de gastos médicos familiar. Ante la misma situación, su única preocupación es cubrir el deducible y el coaseguro que ya tenían pactados, que es solo una fracción del costo total. El resto lo paga la aseguradora, y ellos pueden mantener sus ahorros y su estabilidad financiera intactos.

Un seguro de gastos médicos no es un gasto; es la compra de paz mental. Es saber que, sin importar lo que suceda, tu familia tendrá acceso a la mejor atención médica posible sin que esto signifique una catástrofe económica.

Visualizando el antes y el después

La diferencia salta a la vista cuando pones los números sobre la mesa. Un evento médico bastante común puede tener consecuencias radicalmente distintas si se cuenta o no con la protección adecuada.

Este cuadro compara los resultados financieros para una familia con y sin seguro de gastos médicos familiares al enfrentar un evento médico inesperado como una apendicectomía.

Comparativa de impacto financiero ante una apendicitis

Escenario Familia CON Seguro Familia SIN Seguro
Costo total del evento $90,000 MXN $90,000 MXN
Desembolso familiar Aprox. $15,000 (Deducible + Coaseguro) $90,000 (Costo total)
Impacto financiero Gasto controlado y presupuestado. Deuda, uso de ahorros, posible venta de activos.
Tranquilidad Alta. Foco en la recuperación del paciente. Baja. Estrés financiero sumado al estrés de la salud.

Como puedes ver en la tabla, la póliza no hace que el costo desaparezca, pero sí lo transforma en una cantidad manejable y predecible. Esta protección es justo lo que necesitas para que un problema de salud sea solo eso, y no el detonante de una crisis que ponga en riesgo el futuro de los que más quieres.

Descifrando los conceptos clave de tu póliza familiar

Meterse al mundo de los seguros de gastos médicos familiares puede parecer como aprender un idioma nuevo. Palabras como “deducible” o “coaseguro” suenan intimidantes y, seamos honestos, nos hacen pensar en la temida “letra pequeña”. Pero tranquilo, estamos aquí para traducir todo esto a un español claro y directo.

El chiste es que te sientas con total confianza al momento de leer una cotización o una póliza. Entender estos conceptos no solo le quita el miedo a lo desconocido, sino que te da el poder de comparar opciones de manera inteligente y elegir el plan que de verdad va a proteger a tu familia, sin sorpresas desagradables más adelante.

Los 4 pilares de tu póliza familiar

Para empezar, vamos a desmenuzar los cuatro conceptos que te vas a encontrar en casi cualquier póliza de seguro médico. Piénsalo como si fueran las reglas del juego; una vez que las entiendes, sabes exactamente cómo y cuándo usar tu seguro.

  • Deducible: Es la primera cantidad de dinero que pagas de tu bolsillo antes de que el seguro comience a cubrir. Piensa que es como la “llave” que activa tu cobertura para un gasto grande.
  • Coaseguro: Después de pagar el deducible, este es un porcentaje del resto de la cuenta que pagas tú. La aseguradora paga el otro porcentaje. Es como un pago compartido.
  • Suma Asegurada: Es el monto máximo total que la aseguradora pagará por todos los gastos médicos cubiertos durante la vigencia de tu póliza. Es el límite de tu protección.
  • Periodos de Espera: Es el tiempo que debe pasar desde que contratas el seguro hasta que puedes usarlo para ciertas enfermedades o procedimientos específicos, como una cirugía programada o un parto.

Ahora, mira cómo estos elementos clave se conectan para darte una protección completa y segura para tu familia.

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Como se ve en el gráfico, estas piezas no funcionan por separado, sino que se engranan para definir cómo y hasta dónde llega la cobertura de tu seguro.

Ejemplos para que todo quede más claro

Las definiciones ayudan, pero donde de verdad se entiende todo es con ejemplos prácticos. Vamos a usar un caso bastante común para ver cómo funcionan estos conceptos en la vida real.

Ejemplo 1: El deducible en acción

Imagina que tu póliza tiene un deducible de $15,000 pesos. De repente, tu hijo se fractura un brazo y la cuenta total del hospital sube a $70,000 pesos.

  • Tú te haces responsable de pagar los primeros $15,000 pesos (el deducible).
  • Una vez que cubres ese monto, la aseguradora entra al quite y se encarga del resto de los gastos, que en este caso son $55,000 pesos (aunque todavía falta aplicar el coaseguro).

El deducible es como la llave que abre la puerta de tu seguro. Es el primer paso que das para que la aseguradora entre en acción y se haga cargo de los costos más fuertes.

Ahora, sobre esa cantidad que queda, entra en juego el siguiente concepto.

El coaseguro y la suma asegurada

Siguiendo con el mismo ejemplo, de los $55,000 pesos que quedan por pagar, es momento de aplicar el coaseguro.

Ejemplo 2: Aplicando el coaseguro

Tu póliza dice que tienes un coaseguro del 10%. Esto significa que de los $55,000 pesos que faltan, tú vas a pagar el 10% y la aseguradora se encarga del otro 90%.

  • Tu parte (coaseguro): 10% de $55,000 = $5,500 pesos.
  • Parte de la aseguradora: 90% de $55,000 = $49,500 pesos.

Así que, en total, por un evento de $70,000, tu desembolso final sería de $20,500 ($15,000 de deducible + $5,500 de coaseguro), mientras que la aseguradora cubriría $49,500. La buena noticia es que la mayoría de las pólizas tienen un tope de coaseguro, para que tu participación no se dispare en gastos muy, muy grandes.

Por último, la suma asegurada es tu red de seguridad máxima. Si tu póliza tiene una suma asegurada de $50,000,000 de pesos, ese es el límite total que la compañía pagará. Suena a una cantidad enorme, pero es crucial para enfermedades catastróficas, donde los tratamientos pueden costar millones.

Dominar estos términos te convierte en un comprador informado, capaz de elegir los seguros de gastos medicos familiares que mejor se ajustan a tu vida y a tu bolsillo.

Las coberturas esenciales que tu seguro familiar debe incluir

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Una vez que tienes claros los conceptos básicos de una póliza, el siguiente paso es meterse de lleno a las coberturas. Imagina que estás armando un kit de herramientas para proteger a tu familia; no todas las herramientas sirven para lo mismo. Un seguro de gastos médicos familiares no es solo para cubrir una hospitalización, sino para tener esas piezas clave que realmente marcan la diferencia en cada etapa de la vida familiar.

No todos los planes son iguales, y lo que de verdad distingue a una póliza del montón de una verdaderamente excepcional son las coberturas adicionales. Por eso, es fundamental que identifiques las protecciones que encajan con los planes y el estilo de vida de tu familia. Así te aseguras de que esa inversión en tranquilidad realmente valga la pena.

Más allá de la hospitalización básica

La mayoría de los seguros cubren lo obvio, como una cirugía o los días que pases en el hospital. Pero las necesidades de una familia son mucho más dinámicas y van más allá. Por eso es tan importante revisar la letra pequeña y confirmar que tu póliza incluya protecciones específicas que te darán un respiro en los momentos cruciales.

Algunas de las coberturas más importantes que no puedes dejar pasar son:

  • Cobertura de maternidad: Si planeas ampliar la familia, esto es fundamental. Te ayuda a cubrir los gastos del parto o cesárea, además de consultas y estudios durante el embarazo. Es una carga financiera menos de la que preocuparse.
  • Protección para el recién nacido: Esta es una extensión vital de la cobertura de maternidad. Garantiza que tu bebé esté protegido desde su primer día de vida, sobre todo frente a enfermedades congénitas o complicaciones que pueden salir carísimas.
  • Emergencias dentales: Un accidente en el recreo o una caída en bicicleta pueden terminar en una visita de urgencia al dentista. Esta cobertura te da la paz mental de poder actuar rápido sin que el costo sea un problema.
  • Asistencia médica en el extranjero: Si a tu familia le gusta viajar, esta cobertura es un must. Te garantiza atención médica de emergencia fuera de México, protegiéndote cuando estás lejos de casa.

Una póliza familiar robusta es la que se adelanta a tus necesidades. No se limita a reaccionar ante una emergencia, sino que te acompaña de forma proactiva en los momentos más importantes, como la llegada de un nuevo miembro o ese viaje que tanto han soñado.

Coberturas clave en situaciones reales

Para que veas el valor real de estas protecciones, vamos a ponerlas en escenarios del día a día. Así notarás cómo cada cobertura de los seguros de gastos medicos familiares se convierte en seguridad tangible para los tuyos.

Ejemplo 1: El plan de tener otro hijo

Ana y Carlos están pensando en tener a su segundo bebé. Su seguro incluye una cobertura de maternidad con una suma asegurada de $45,000 pesos, que se activa después de un periodo de espera de 10 meses. Esto significa que, una vez cumplido ese tiempo, la aseguradora les ayudará a pagar una parte importante de los gastos del hospital. Así, ellos pueden enfocarse en darle la bienvenida al nuevo integrante de la familia.

Además, su póliza garantiza que el bebé quedará asegurado automáticamente, cubriendo posibles padecimientos congénitos. Esta protección es crítica, porque los siniestros más costosos en niños suelen estar ligados a complicaciones al nacer. De hecho, se calcula que en México cerca de 2 millones de niños tienen un seguro de gastos médicos, y la vía familiar es clave para lograrlo. Puedes leer más sobre la protección de la salud infantil en El Economista.

La red médica y los honorarios

Otro punto que no puedes pasar por alto es la red de hospitales y el tabulador de honorarios médicos. Estos dos elementos definen, en gran medida, el nivel y la calidad de la atención a la que tu familia tendrá acceso.

Ejemplo 2: La importancia de la red médica

La familia Martínez vive en Monterrey y su pediatra de confianza atiende en el Hospital San José. Al contratar su seguro, se aseguraron de que este hospital estuviera en su red médica de nivel “Amplio”. Meses después, su hija necesita una operación menor. Gracias a que eligieron la red correcta, pueden ir a su hospital preferido y el seguro paga directamente la cuenta, sin que ellos tengan que desembolsar grandes sumas y luego pedir un reembolso. Si hubieran elegido una red “Básica” para ahorrar un poco en la prima, quizás habrían tenido que buscar otro hospital o pagar una penalización.

Al elegir tu póliza, asegúrate de que tus hospitales de confianza estén en la red y que el tabulador sea competitivo. Esto no solo te dará protección financiera, sino también el acceso a la atención médica que tu familia se merece.

¿Cómo elegir el seguro de gastos médicos ideal para tu familia?

Escoger entre las distintas opciones de seguros de gastos médicos familiares puede sentirse como una tarea monumental, pero te aseguro que no tiene por qué serlo.

Imagínalo así: estás eligiendo el coche ideal para tu familia. No buscas el más rápido ni el más lujoso, sino el que te ofrezca seguridad, comodidad y, claro, que se ajuste a tu presupuesto. Esta sección será tu mapa para tomar la mejor decisión sin perderte en el camino.

El secreto es empezar con un autoanálisis honesto antes de siquiera pedir la primera cotización. Si tienes claras tus prioridades desde el inicio, todo el proceso se vuelve más fluido y el resultado será una póliza que de verdad te cubra las espaldas.

Checklist de prioridades familiares

Antes de sentarte con un agente o navegar por la web de una aseguradora, tómate un café con tu pareja y respondan estas preguntas. Sus respuestas son los cimientos sobre los que construirán su póliza ideal.

  • ¿Quiénes forman nuestra familia? Anoten las edades de todos. Este es un factor clave en el costo de la prima, y las necesidades médicas de un niño pequeño son muy diferentes a las de un adolescente.

  • ¿Alguien tiene condiciones médicas preexistentes? Aquí la honestidad es total. Padecimientos como diabetes, hipertensión o asma deben declararse sí o sí. No significa que no puedan asegurarse, pero sí influirá directamente en las condiciones del contrato.

  • ¿Qué hospitales y doctores son de nuestra confianza? Hagan una lista de esos hospitales y especialistas con los que ya se sienten cómodos. Al comparar planes, podrán revisar si forman parte de la red médica que les ofrecen.

  • ¿Cuál es nuestro presupuesto real? Definan con claridad cuánto pueden destinar al seguro cada mes o año sin que afecte otras áreas de sus finanzas. Esto es clave para encontrar el equilibrio perfecto entre una buena cobertura y un costo manejable.

Asesor experto vs. contratación directa

Una vez que tienes el panorama de tus necesidades, viene la gran pregunta: ¿cómo lo contrato? Tienes dos rutas principales: ir con un agente de seguros o hacerlo directamente con la compañía. Ambas son válidas, pero la experiencia es muy distinta.

Un buen agente de seguros no se limita a venderte una póliza; se convierte en tu aliado a largo plazo. Te ayuda a entender el sistema, a descifrar tu cobertura y, lo más importante, te defiende ante la aseguradora si llega a ocurrir un siniestro.

Contratar por tu cuenta puede parecer más rápido, pero te pierdes de la asesoría personalizada. Un agente profesional conoce el mercado de arriba a abajo, compara múltiples opciones por ti y te ayuda a traducir la “letra chiquita”, asegurando que no pagues de más por coberturas que no necesitas o, peor aún, que te falten las que son esenciales.

Tácticas para comparar ofertas como un experto

Cuando tengas dos o tres propuestas sobre la mesa, es momento de analizarlas con lupa. El error más común es dejarse llevar por la prima más barata sin ver la película completa. Para tomar una decisión inteligente, necesitas comparar el valor real de cada opción.

Caso práctico: La familia López

Los López (papá de 40, mamá de 38, hijos de 10 y 5 años) están evaluando dos propuestas que les hicieron llegar:

Concepto Propuesta A (Prima Baja) Propuesta B (Prima Moderada)
Prima Anual $55,000 MXN $68,000 MXN
Deducible $40,000 MXN $20,000 MXN
Coaseguro 10% topado a $70,000 10% topado a $45,000
Red Hospitalaria Básica Amplia (Incluye su hospital de preferencia)
Cobertura de Maternidad No incluida Incluida con suma de $50,000

A simple vista, la Propuesta A parece la ganadora por el precio. Sin embargo, al analizarla a fondo, los López se dan cuenta de que el deducible es altísimo y la red de hospitales es muy limitada.

La Propuesta B, aunque tiene una prima anual mayor, les representa un desembolso mucho menor en caso de una enfermedad y les da acceso a los doctores en los que confían. Además, como están pensando en tener otro hijo, la cobertura de maternidad les da un valor agregado enorme.

Al final, se decidieron por la Propuesta B. ¿Por qué? Porque a pesar del costo inicial más alto, les ofrecía más tranquilidad y una protección mucho más sólida a largo plazo. Si quieres profundizar en cómo selecciona el seguro de gastos médicos ideal, puedes consultar nuestra guía completa. Tomarte el tiempo para hacer este análisis te garantiza una elección inteligente y segura para los tuyos.

El costo real de no tener protección financiera para la salud

Pensar en lo que pagas al año por un seguro puede parecer un gasto fuerte, pero es clave ponerlo en perspectiva. Esa cantidad es, en realidad, una inversión mínima si la comparas con el costo aplastante de una emergencia médica sin tener un respaldo. Ignorar esto es como salir a navegar en un mar picado sin salvavidas, esperando que la suerte te mantenga a flote.

La realidad es que los costos de la atención médica en México no solo son altos, sino que crecen a un ritmo que asusta. Este fenómeno tiene nombre: inflación médica, un indicador que año con año supera por mucho a la inflación general. En pocas palabras, los precios de los hospitales y doctores suben mucho más rápido que los de la comida o la gasolina, volviéndose cada vez más difíciles de pagar.

El impacto de la inflación médica en tu bolsillo

Para que quede más claro: mientras el costo de tu despensa sube un 5% en un año, una hospitalización podría costarte un 15% más que el año pasado. Este aumento constante convierte una fractura, una cirugía inesperada o un tratamiento largo en una amenaza directa para el patrimonio que tanto te ha costado construir.

Una emergencia médica puede desatar una crisis financiera con efectos devastadores:

  • Acabarse los ahorros: El dinero que tenías guardado para imprevistos o para la universidad de tus hijos puede esfumarse en cuestión de semanas.
  • Vender tus bienes: Muchas familias se ven orilladas a vender su coche, su casa o algún terreno para poder pagar las cuentas del hospital.
  • Endeudarse por años: Pedir préstamos al banco o a prestamistas puede comprometer las finanzas de tu familia por años, a veces por décadas.

No tener un seguro de gastos médicos es, en el fondo, apostar la estabilidad financiera de tu familia a que nadie se enfermará de gravedad. Es una apuesta de altísimo riesgo con consecuencias que pueden durar toda la vida.

Los números no mienten

Las cifras del sector asegurador en México pintan un panorama que no deja lugar a dudas. El costo promedio de un evento médico ha crecido de forma brutal. De hecho, el costo medio nacional por siniestro anual creció un 419% en solo una década, pasando de $34,244 pesos en 2013 a $117,600 pesos en 2023. Esta estadística deja claro cómo los costos médicos superan por mucho la capacidad de ahorro de la mayoría de las personas. Puedes encontrar más información sobre estos datos del sector asegurador en AMASFAC.

Para ilustrarlo mejor, veamos algunos ejemplos concretos de lo que cuestan ciertos tratamientos en hospitales privados de nivel medio en México:

Ejemplo de Costos Médicos sin Seguro

Tratamiento / Evento Médico Costo Estimado (MXN)
Apendicectomía de emergencia $90,000 – $150,000
Tratamiento por fractura compleja $120,000 – $300,000
Terapia intensiva (COVID-19) $500,000 – $2,000,000+
Tratamiento oncológico (1 año) $800,000 – $5,000,000+

Estos números demuestran que un solo imprevisto puede superar fácilmente los ingresos de todo un año de una familia promedio. Puedes aprender más sobre el impacto de la enfermedad en gastos medicos familiares en nuestro artículo dedicado.

El objetivo de un seguro no es evitar que te enfermes, sino neutralizar el golpe financiero cuando suceda. La prima que pagas se convierte en la herramienta que te da acceso a la mejor atención médica posible, protegiendo al mismo tiempo tus sueños, tus ahorros y el futuro que estás construyendo para tu familia.

Cómo usar tu seguro familiar sin complicaciones

¡Felicidades! Ya diste el paso más importante y tienes protegida a tu familia con una póliza. Pero ahora viene la pregunta del millón: ¿y ahora qué sigue? Saber cómo usar tu seguro es tan fundamental como tenerlo, y la idea es que sea un proceso sencillo y sin estrés cuando más lo necesites.

Usar tu seguro familiar no tiene por qué ser un dolor de cabeza. En realidad, todo se resume en entender los dos escenarios más comunes y saber exactamente qué hacer en cada uno. Piénsalo como tener dos rutas distintas para llegar al mismo destino: tu tranquilidad.

Pago directo: el camino para eventos programados

El pago directo es tu mejor aliado cuando te enfrentas a situaciones planeadas, como una cirugía o una hospitalización que ya tienes en el calendario. En este escenario, la aseguradora le paga directamente al hospital, y tú solo te preocupas por cubrir tu deducible y el coaseguro.

Ejemplo de pago directo:

Imagina que tu hijo necesita una cirugía de amígdalas programada para el próximo mes. El proceso se vería así:

  1. Aviso a la aseguradora: Una semana antes, tu agente o tú envían a la aseguradora el informe del médico y los detalles de la cirugía.
  2. Carta de autorización: La aseguradora revisa el caso y emite una “carta de autorización” para el hospital. Este es el documento que confirma que ellos se harán cargo.
  3. El día del ingreso: Al llegar al hospital, presentas esta carta y tu credencial del seguro. Tu única preocupación financiera será pagar el deducible y un depósito por el coaseguro. El resto se arregla entre el hospital y la aseguradora.

Este método te quita de encima la enorme presión de tener que soltar una gran cantidad de dinero de golpe.

Reembolso para consultas y gastos menores

El reembolso es la ruta que vas a tomar para los gastos más pequeños y que no estaban en el plan, como una consulta con un especialista o cuando compras medicamentos recetados. Aquí, la dinámica es diferente: tú pagas primero y luego le pides a la aseguradora que te devuelva el dinero.

Ejemplo de reembolso:

Llevas a tu hija al pediatra por una gripa muy fuerte. La consulta cuesta $800 y las medicinas $600.

  1. Paga y guarda todo: Pagas los $1,400 de tu bolsillo. Es crucial que pidas factura de la consulta y guardes la receta médica sellada por la farmacia.
  2. Solicita el reembolso: Llenas el formulario de la aseguradora (casi siempre en línea), subes las facturas y la receta.
  3. Recibe tu dinero: La aseguradora revisa los documentos y, en unos días, te deposita el dinero en tu cuenta bancaria. Ten en cuenta que el monto del reembolso estará sujeto a tu deducible y coaseguro, si aplica para gastos menores.

La clave para que el reembolso funcione sin problemas es ser muy organizado y guardar cada factura y receta médica.

Para que no se te escape nada, es útil conocer bien los pasos; en nuestro artículo sobre cómo reclamar en mi póliza de seguro te damos una guía muy detallada.

Dominar estos dos procesos te convierte en un experto en el uso de tus seguros de gastos medicos familiares. Te aseguras de aprovechar cada beneficio de tu póliza desde el primer día, transformando ese contrato en una herramienta activa que protege la salud y la economía de los tuyos sin ninguna complicación.

Resolvemos tus dudas sobre el seguro médico familiar

Al momento de pensar en un seguro de gastos médicos familiares, es normal que te salten un montón de preguntas. No te preocupes, es lo más común del mundo. Aquí te respondemos de forma directa y sin rodeos las dudas más frecuentes para que tomes la mejor decisión con toda la confianza.

¿Puedo meter a mis papás en mi póliza?

Esta es una de las preguntas que más nos hacen, y la respuesta corta es que no es lo habitual. En México, las aseguradoras diseñan las pólizas familiares pensando en el titular, su pareja e hijos menores de 25 años. Incluir a los padres como dependientes directos no es una opción estándar.

Ejemplo de solución:

Ricardo quiere asegurar a su mamá de 68 años. Su póliza familiar no lo permite. Su agente de seguros le presenta dos opciones:

  1. Una póliza individual para su mamá, con una suma asegurada y red hospitalaria ajustada a sus necesidades.
  2. Un plan específico para adultos mayores que ofrece otra compañía, con coberturas enfocadas en padecimientos comunes de la tercera edad.
    Ricardo elige la primera opción para tener un control total sobre las condiciones.

¿Qué pasa si alguien de mi familia ya tiene una enfermedad?

Este punto es clave y se conoce como preexistencia. Las reglas de las aseguradoras son muy claras aquí: por lo general, no cubren padecimientos que ya existían o fueron diagnosticados antes de que firmaras el contrato del seguro.

Sé siempre 100% transparente al llenar el cuestionario médico. Ocultar una enfermedad preexistente es un error grave que puede terminar en la cancelación de tu póliza o en que te nieguen un pago justo cuando más lo necesitas.

¿El seguro me cubre si viajo fuera de México?

¡Sí! La gran mayoría de los seguros de gastos médicos mayores incluyen una cobertura para emergencias en el extranjero. Ojo, está pensada para accidentes o enfermedades que te agarren por sorpresa mientras estás de viaje, no para tratamientos planeados.

Ejemplo de cobertura en el extranjero:

La familia Gómez está de vacaciones en Orlando. Su hijo se cae y se fractura la muñeca. Van a urgencias y la cuenta es de $3,000 dólares. Ellos pagan con su tarjeta de crédito. Al regresar a México, presentan la factura y el informe médico a su aseguradora, la cual les reembolsa el costo (menos deducible y coaseguro aplicables para el extranjero).

¿Por qué la póliza me cuesta más cada año?

Es una duda muy válida y el incremento anual tiene dos razones principales que lo explican todo:

  1. La edad no perdona: Conforme los miembros de la familia cumplen años, estadísticamente aumenta el riesgo de necesitar atención médica. Ese riesgo se refleja directamente en el costo de la póliza.
  2. La inflación médica: Este es un factor muy importante. El costo de los hospitales, la tecnología médica, los tratamientos y los medicamentos sube mucho más rápido que la inflación normal. Las aseguradoras tienen que ajustar sus precios para poder seguir cubriendo esos gastos y no bajar la calidad del servicio.

En ABE Seguros sabemos que no hay dos familias iguales. Déjanos conocer la tuya para encontrar juntos esa protección que les dé la tranquilidad que se merecen. Estamos para ayudarte. https://abeseguros.com

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