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Seguro Gastos Médicos Mayores en Hermosillo | Tu Guía Definitiva 2024

Una imagen destacada de un seguro de gastos médicos mayores con el título del artículo incrustado

Un seguro de gastos médicos mayores es mucho más que un simple contrato. Es tu respaldo financiero frente a los costos altísimos que pueden traer una enfermedad grave o un accidente inesperado. En Hermosillo, donde la vida avanza rápido, tener esta protección no es un lujo, es una necesidad.

Piénsalo como una red de seguridad económica que te abre las puertas a hospitales, médicos y tratamientos de primera sin que tengas que poner en riesgo el patrimonio de tu familia. En pocas palabras, pagas una cuota fija (conocida como prima) para que una aseguradora se haga cargo de los gastos médicos que rebasen un monto inicial (el deducible).

Tu escudo financiero contra imprevistos de salud

Una doctora explicando los beneficios de un seguro de gastos médicos mayores a una familia en Hermosillo

Imagina tu seguro de gastos médicos mayores como el cinturón de seguridad de tu auto. Nunca planeas tener un choque, pero sabes que es indispensable por si algo inesperado sucede en el camino. Justo así funciona esta herramienta financiera: está diseñada para blindar tu estabilidad económica ante un problema de salud que cueste una fortuna.

Más que un lujo, es una pieza clave en cualquier plan personal o familiar bien hecho. El objetivo es muy claro: evitar que una emergencia de salud se convierta en una crisis financiera que arrase con tus ahorros, tus bienes o incluso el futuro de la gente que quieres.

¿Cómo funciona en la práctica?

Un seguro de gastos médicos mayores trabaja bajo un esquema de colaboración. Tú te haces cargo de los primeros gastos médicos hasta una cantidad que acordaste previamente, la cual se conoce como deducible.

Una vez que tus gastos superan esa cifra, la aseguradora entra al quite y cubre la mayor parte de todo lo que sigue. Así, te protege de facturas de hospital que fácilmente pueden llegar a cientos de miles o hasta millones de pesos.

Veámoslo con un ejemplo bien sonorense:

Imagina que Ana, de Hermosillo, se cae haciendo senderismo en el Cerro de la Campana. El resultado: necesita una cirugía de rodilla de emergencia en el Hospital CIMA. Entre la operación, la hospitalización, los médicos y la rehabilitación, la cuenta total suma $250,000 pesos. Si Ana no tuviera seguro, tendría que sacar ese dineral de su bolsillo.

Pero como sí tiene un seguro de gastos médicos mayores, ella solo paga su deducible (digamos, $30,000 pesos) y un pequeño porcentaje del resto (el coaseguro). La aseguradora se haría cargo de la mayor parte de la cuenta, salvando a Ana de un golpe financiero que la habría dejado en la lona.

¿Por qué es tan importante tener uno en Hermosillo?

Tener esta protección te da la paz mental de saber que, pase lo que pase, tendrás acceso a la mejor atención médica disponible en la ciudad. Esto significa que podrás elegir hospitales de primer nivel, como el Hospital San José, y a los especialistas que necesites, sin que el dinero sea tu principal preocupación en un momento tan difícil.

Las ventajas más claras son:

  • Protección de tu patrimonio: Evitas tener que vender tu casa, tu carro o endeudarte para pagar una cuenta médica.
  • Acceso a atención de calidad: Te permite recibir tratamiento en los mejores hospitales privados de Sonora y de todo México.
  • Tranquilidad para tu familia: Les quitas de encima una carga financiera y emocional enorme durante una situación complicada.
  • Cobertura integral: Abarca desde la hospitalización y cirugías hasta medicamentos y terapias especializadas.

Todo este acuerdo financiero queda por escrito en un documento clave. Para que entiendas mejor cada parte, te recomiendo aprender más sobre qué es una póliza de seguro y cómo leerla sin perderte en el intento.

Cómo funcionan los conceptos clave de tu póliza

Para sacarle todo el jugo a un seguro de gastos médicos mayores, primero hay que entender su idioma. No te asustes, no es chino mandarín. Son solo algunos términos que, una vez que los dominas, te permiten saber exactamente qué tienes en tus manos y cómo te va a proteger cuando más lo necesites.

Piensa que estos conceptos son como las reglas del juego. Si las conoces bien, juegas con confianza y ganas la partida. Los tres pilares de tu póliza son el deducible, el coaseguro y la suma asegurada. Vamos a verlos uno por uno.

El deducible, tu primera aportación

El deducible es, en pocas palabras, la primera parte del gasto que te toca cubrir a ti. Es una cantidad de dinero fija que tú mismo eliges al contratar el seguro. Imagínalo como la llave que abre la puerta para que la aseguradora empiece a pagar.

Si, por ejemplo, eliges un deducible de $25,000 MXN, significa que tú te harás cargo de los primeros $25,000 de cualquier gasto médico cubierto. Todo lo que supere esa cifra ya es bronca de la aseguradora (bueno, casi todo, ahora vemos por qué).

La regla es simple: un deducible bajo hace que tu seguro entre en acción más rápido, pero la prima (lo que pagas al año) será más cara. Por otro lado, un deducible alto abarata tu prima, pero te pide un desembolso inicial más fuerte si llegas a necesitarlo.

El coaseguro, la colaboración con tu aseguradora

Una vez que pagaste tu deducible, aparece el coaseguro. Este es un porcentaje del resto de la cuenta que también te toca pagar. Es la manera en que tú y la aseguradora "se van a michas" con los gastos que quedan.

Lo más común es que este porcentaje sea del 10% o 20%, pero también puedes elegirlo. Y aquí viene lo importante: casi todas las pólizas le ponen un tope al coaseguro. ¿Qué significa esto? Que tu participación tiene un límite, evitando que se dispare si la cuenta del hospital es de millones.

Para que quede más claro, vamos a ponerlo en una tabla con un caso práctico.

Ejemplo práctico de cómo funciona el deducible y coaseguro

Caso práctico en Hermosillo: Roberto tuvo un fuerte dolor abdominal y terminó en urgencias en el Hospital San José. El diagnóstico: apendicitis. La cirugía y un par de días de hospitalización suman una cuenta total de $150,000 pesos.
Su póliza tiene un deducible de $25,000 y un coaseguro del 10%. Así se repartirían los costos:

Concepto Monto Quién Paga Explicación
Gasto Médico Total $150,000 El costo total del tratamiento en el hospital.
Deducible $25,000 Roberto (Asegurado) Es la primera cantidad que debe cubrir de su bolsillo.
Monto restante $125,000 Es el resultado de restar el deducible al gasto total.
Coaseguro (10%) $12,500 Roberto (Asegurado) Es su participación del 10% sobre el monto restante.
Pago de la Aseguradora $112,500 La Aseguradora La compañía cubre el resto de la cuenta.
Total que Roberto pagó $37,500 Roberto (Asegurado) La suma de su deducible más su coaseguro.

Como ves, en lugar de enfrentar una deuda de $150,000, la responsabilidad de Roberto se limitó a $37,500. Esa es la verdadera chamba de un buen seguro: proteger tus finanzas. Si quieres profundizar más, échale un ojo a nuestra guía sobre el deducible y coaseguro en los seguros y cómo te afectan.

Esta infografía resume muy bien los beneficios de tener esta protección, que se traducen en seguridad, cuidado de tu salud y acceso a los mejores hospitales.

Infographic about seguro gastos médicos mayores

La imagen lo deja claro: un seguro de gastos médicos mayores es un escudo para tu dinero (el escudo), un apapacho para tu bienestar (el corazón) y tu pase de entrada a atención de primera (el hospital).

Otros conceptos que debes conocer

Ya dominas lo más pesado, pero hay otros tres conceptos clave que necesitas tener en el radar para entender el alcance total de tu póliza.

  • Suma Asegurada: Este es el monto máximo que la aseguradora pagará por cualquier enfermedad o accidente cubierto. Hoy en día, muchas pólizas manejan sumas aseguradas altísimas, que superan los $100 millones de pesos. Esto te da una tranquilidad enorme.

  • Periodo de Espera: Es el tiempo que debe pasar desde que firmas el contrato hasta que ciertas coberturas se activan. Por ejemplo, la cobertura de maternidad suele tener un periodo de espera de 10 meses. Las aseguradoras hacen esto para evitar que alguien contrate el seguro justo cuando ya sabe que lo va a necesitar.

  • Preexistencia: Esto se refiere a cualquier enfermedad o padecimiento que ya te habían diagnosticado antes de contratar la póliza. Por regla general, las preexistencias no están cubiertas. Por eso es súper importante ser totalmente honesto al llenar la solicitud; te ahorrará muchos dolores de cabeza en el futuro.

Ahora sí. Con estos conceptos bien claros, tienes el poder de revisar y comparar cualquier póliza de seguro de gastos médicos mayores sin que te quieran chamaquear. Dejarás de ver un contrato lleno de palabrería para entenderlo como lo que es: la mejor herramienta para cuidar lo que más importa, que es tu salud y tu dinero.

El verdadero costo de enfermarse sin un seguro

Mucha gente ve el seguro de gastos médicos mayores como un gasto más en la lista mensual, pero muy pocas veces nos ponemos a pensar en lo que realmente cuesta no tenerlo. La verdad es que una enfermedad seria o un accidente inesperado no solo golpea nuestra salud; puede demoler por completo la estabilidad financiera de una familia, borrando años de trabajo y ahorros en un abrir y cerrar de ojos.

Una gráfica mostrando el aumento alarmante de los costos médicos, representando el riesgo financiero.

El problema de fondo es que los costos médicos no suben al mismo ritmo que la inflación general. Crecen mucho, mucho más rápido. Este fenómeno se conoce como inflación médica y se alimenta de la llegada de nuevas tecnologías, medicamentos más avanzados y procedimientos que son cada vez más especializados.

En México, esta realidad pega fuerte. El costo promedio por siniestro en seguros de gastos médicos mayores se disparó un increíble 419% en solo una década. Pasamos de $34,244 pesos en 2013 a más de $140,000 pesos anuales por caso hoy en día.

Esto se traduce en algo muy simple: lo que costaba un tratamiento hace cinco años, hoy puede valer el doble o hasta el triple. Para la mayoría de las personas, cubrir algo así de su propio bolsillo es prácticamente imposible.

Ejemplos reales de costos médicos en Sonora

Para que esto no se quede en números abstractos, vamos a ponerle cara a los costos. Esto es lo que cuestan algunos procedimientos comunes en un hospital privado de buen nivel aquí en Hermosillo. Son montos aproximados, claro, pero te darán una idea muy clara del tamaño del riesgo.

  • Apendicitis aguda: Una cirugía de apéndice, que es algo bastante común y relativamente sencillo, puede moverse entre los $80,000 y $150,000 pesos. Esto ya incluye los honorarios del doctor, el quirófano y uno o dos días de hospital.

  • Fractura de fémur por accidente: Una lesión más seria como esta ya implica cirugía, placas, tornillos y una estancia más larga en el hospital. La cuenta final podría superar fácilmente los $300,000 pesos, y eso sin contar la rehabilitación que viene después.

  • Tratamiento oncológico (Cáncer): Aquí es donde las cifras se vuelven astronómicas. Un tratamiento para cáncer con quimioterapias, radioterapias y medicamentos especializados puede ir desde los $500,000 hasta varios millones de pesos al año.

Estos números no son para asustar, son para abrir los ojos. Una emergencia médica es una de las principales razones por las que las familias en México pierden su patrimonio, se endeudan por años o terminan vendiendo sus bienes para pagar las cuentas del hospital.

La inversión más inteligente para tu futuro

Visto así, queda claro que el riesgo es demasiado grande como para dejarlo a la suerte. Un seguro de gastos médicos mayores deja de ser un gasto para convertirse en la inversión más importante que puedes hacer para blindar tu futuro financiero y el de tu familia.

Pagar una prima anual es infinitamente más manejable que despertar un día con una deuda de cientos de miles de pesos. Es la diferencia entre recibir la mejor atención médica con tranquilidad y tener que tomar decisiones de vida o muerte basadas en el dinero.

No esperes a que una emergencia te demuestre por qué lo necesitabas. Protegerte hoy es la decisión más inteligente que puedes tomar. ¿Quieres saber cómo? Contáctanos y te ayudamos a encontrar el plan perfecto para ti.

Cómo elegir la póliza ideal para ti y tu familia

Escoger un seguro de gastos médicos mayores no tiene por qué ser un dolor de cabeza. La clave es entender que no existe una póliza "perfecta" para todos; la ideal es la que se ajusta como un guante a tu etapa de vida, lo que realmente necesitas y, claro, a tu bolsillo.

El secreto está en analizar bien tu situación personal y familiar. Lo que necesita un joven que apenas empieza su carrera no es lo mismo que lo que busca una familia con niños chiquitos. Para que te des una idea, vamos a desglosar tres perfiles típicos aquí en Hermosillo. Así podrás ver cuál se parece más a ti y qué coberturas no te pueden faltar.

El joven profesional soltero

Piensa en Carlos, un ingeniero de 28 años que trabaja en el Parque Industrial. Está sano, le gusta estar activo y no tiene a nadie que dependa de él. Su mayor preocupación es protegerse de un accidente o una enfermedad seria que pueda frenar su carrera y acabarse sus ahorros.

Para alguien como Carlos, la póliza ideal es puro equilibrio.

  • Deducible y coasegro medios a altos: Le conviene elegir un deducible de entre $30,000 y $50,000 pesos y un coaseguro del 10%. Esto hace que su prima anual sea bastante accesible. Como es poco probable que lo use, paga menos, pero si algo grave pasa, está cubierto.
  • Suma asegurada alta: Aquí no hay que escatimar. Es vital que elija una suma asegurada fuerte, de $50 millones de pesos para arriba. Un accidente feo puede costar millones, y esta cobertura es su principal red de seguridad.
  • Red médica funcional: Debe fijarse que su póliza incluya hospitales clave en Hermosillo, como el CIMA o el San José, para tener buenas opciones si se ofrece una emergencia.
  • Coberturas opcionales a considerar: Puede que no necesite cobertura de maternidad, pero por un poquito más al mes podría agregar un plan dental o de visión básico que le venga muy bien.

La pareja que planea su futuro

Ahora imaginemos a Sofía y Javier, ambos de 34 años, casados y viviendo en la colonia Pitic. Están planeando empezar una familia pronto. Su prioridad número uno es tener una cobertura que los apoye en esta nueva aventura, sobre todo con la maternidad y el cuidado del futuro bebé.

Para ellos, la estrategia es totalmente diferente.

  • Cobertura de maternidad: Esta es la pieza clave del rompecabezas. Necesitan una póliza con una buena suma asegurada para parto o cesárea, y que cubra cualquier complicación. Es súper importante que la contraten con al menos 10 meses de anticipación, por los famosos periodos de espera.
  • Cobertura para el recién nacido: Es fundamental revisar que la póliza cubra al bebé automáticamente desde el día uno, en especial para padecimientos congénitos. Es una tranquilidad que no tiene precio.
  • Deducible moderado: Un deducible entre $20,000 y $35,000 pesos es una excelente opción. Les permite usar el seguro sin tener que soltar un dineral de golpe, algo clave cuando se planean los gastos de un nuevo integrante en la familia.

La familia con hijos

Por último, tenemos a la familia Ramírez, con dos hijos de 8 y 12 años, que viven por La Manga. Su principal preocupación es la salud de sus hijos, que, como todos los niños, son más propensos a accidentes y enfermedades comunes.

Su póliza debe ser más completa y fácil de usar.

  • Deducible bajo: Un deducible de $15,000 a $25,000 pesos es lo ideal. Así pueden usar el seguro para cosas más del día a día, como una fractura jugando futbol o una apendicitis, sin que cada evento sea un golpe fuerte para su cartera.
  • Eliminación de deducible por accidente: Muchas aseguradoras ofrecen esta cobertura extra. Significa que, si el gasto médico es por un accidente, no pagan ni un peso de deducible. Para una familia con niños activos, esto es oro molido.
  • Red médica pediátrica: Es vital que la red de hospitales y doctores de la aseguradora tenga buenos pediatras y especialistas infantiles aquí en Hermosillo.

Cuando estés comparando, no te vayas solo por el precio. Es crucial saber quién está detrás de tu póliza. El mercado de seguros en México está en manos de unas cuantas grandes compañías. Según datos de la CONDUSEF, Grupo Nacional Provincial (GNP) y AXA Seguros dominan casi la mitad del mercado de pólizas individuales, con cerca del 30% y 22% de participación, respectivamente.

Tomar esta decisión puede parecer un mundo, pero con la orientación correcta, todo se vuelve más claro. Si quieres clavarte más en el tema, te invitamos a leer nuestro artículo sobre cómo elegir la mejor póliza de seguro para que tengas todavía más herramientas.

Analizar tu perfil es el primer gran paso para tomar una decisión inteligente. Acércate con nosotros y te ayudamos a armar un plan a tu medida, para que tú y tu familia tengan la tranquilidad que se merecen.

Qué hacer cuando necesitas usar tu seguro

Llegó ese momento que nadie desea pero para el cual te preparaste: necesitas usar tu seguro de gastos médicos mayores. Es totalmente normal sentir nervios, pero la buena noticia es que, si sabes qué hacer, el proceso puede ser bastante sencillo y sin estrés. Tu póliza está diseñada para ser tu aliada, no un obstáculo.

Básicamente, existen dos caminos para que tu seguro se haga cargo de los gastos: el pago directo y el reembolso. Cada uno funciona de manera distinta y es ideal para diferentes situaciones. Entenderlos te dará el control y la tranquilidad que necesitas en un momento complicado.

Pago directo: el camino más sencillo

El pago directo es, por mucho, la opción más cómoda, sobre todo para procedimientos programados o emergencias que terminan en hospitalización. Tal como suena, la aseguradora le paga directamente al hospital, quitándote de encima la enorme presión de manejar grandes sumas de dinero.

Para que esto funcione, el truco está en atenderte en un hospital que pertenezca a la red de tu aseguradora. Por ejemplo, si tienes una cirugía programada en el Hospital CIMA de Hermosillo, el proceso generalmente es así:

  1. Aviso a la aseguradora: Unos días antes del procedimiento, tú o tu médico deben notificar a la compañía de seguros. Hay que enviarles los documentos necesarios, como informes médicos y el presupuesto del hospital.
  2. Carta de autorización: La aseguradora revisa el caso y, si todo está en orden, emite una carta de autorización. Piensa en ella como un "pase" para el hospital.
  3. Ingreso al hospital: Al llegar, solo tienes que presentar esta carta junto con tu credencial del seguro. Con eso, el hospital ya sabe que la aseguradora se hará cargo.
  4. Pago final: Cuando te den de alta, tú solo te encargas de pagar tu deducible y el coaseguro que te corresponda, además de cualquier gasto extra que no cubra tu póliza. La aseguradora liquida el resto directamente con el hospital.

Este método te permite concentrarte al 100% en tu recuperación, que al final del día es lo único que importa.

Reembolso: tu plan B cuando es necesario

El reembolso es el camino a seguir cuando pagas por los servicios médicos de tu propio bolsillo y después le pides a la aseguradora que te devuelva el dinero. Es muy común para consultas con especialistas, estudios de laboratorio o cuando decides atenderte con un médico que no está en la red de tu seguro.

Imagina que visitas a un cardiólogo muy recomendado en Ciudad Obregón, pero no tiene convenio con tu aseguradora. El proceso sería más o menos así:

  1. Pagas la consulta y todos los estudios que te pida.
  2. Le pides al médico un informe detallado y, súper importante, facturas de todos los gastos.
  3. Juntas toda la documentación (informes, recetas, facturas, resultados de estudios) y la envías a la aseguradora.
  4. La compañía revisa todo y te deposita el monto correspondiente, descontando tu deducible y coaseguro.

El reembolso te da la libertad de elegir al médico que tú prefieras, pero exige que seas muy organizado con los papeles y que tengas la capacidad financiera para cubrir los gastos de entrada.

Consejos prácticos para un proceso sin contratiempos

Para que usar tu seguro sea lo más fácil posible, ten siempre a la mano estos consejos:

  • Tu credencial es tu llave: Siempre lleva contigo tu credencial del seguro o, por lo menos, ten una foto en tu celular. Contiene tu número de póliza, que es lo primero que te van a pedir.
  • Conoce los números de contacto: Guarda en tu teléfono el número de atención a clientes de tu aseguradora y el de tu agente de seguros. En una emergencia, lo último que quieres es estar buscando esa información.
  • Avisa lo antes posible: Si tienes una emergencia, notifica a la aseguradora dentro de las primeras 24 horas. Esto agiliza muchísimo los trámites.
  • Pide y guarda todo: Exige factura de absolutamente todo. Desde la consulta hasta el último medicamento. Sin comprobantes fiscales, simplemente no hay reembolso.

Entender estos procedimientos te empodera y te prepara para actuar con calma y eficacia. Si quieres una guía más detallada sobre los pasos a seguir, puedes aprender más sobre qué hacer en caso de siniestro en nuestro blog. Tu tranquilidad es nuestra prioridad.

¿Por qué 9 de cada 10 mexicanos no tienen esta protección?

Las cifras son frías, pero la realidad que esconden es alarmante. En México, enfermedades serias como el cáncer o la diabetes son cada vez más parte de nuestro día a día, pero la inmensa mayoría de la gente enfrenta estos gigantes sin un escudo financiero.

Esta desprotección no es casualidad. Se alimenta de mitos y malentendidos que se han regado como pólvora. Mucha gente ni siquiera considera un seguro de gastos médicos mayores porque dan por ciertas algunas objeciones que, si bien se entienden, no aguantan un análisis serio.

Rompiendo los mitos más comunes

Es hora de poner las cartas sobre la mesa. Vamos a analizar las tres excusas más frecuentes que escuchamos aquí en Hermosillo y en todo Sonora, y te mostraremos por qué la realidad es otra.

  • "Es carísimo, no me alcanza"
    Este es el muro más alto, sin duda. La gente se imagina que una póliza cuesta una millonada. Y sí, es una inversión, pero su costo es mucho más flexible de lo que crees. Jugando con el deducible y el coaseguro, puedes armar un plan que se ajuste a distintos bolsillos. La pregunta no es si puedes pagar el seguro, sino si podrías pagar una cuenta de hospital de $500,000 pesos de un día para otro.

  • "A mí no me va a pasar nada, estoy joven y sano"
    La confianza es buena, pero el exceso de confianza es un peligro. Nadie es inmune a un accidente o a una enfermedad que llega sin avisar. De hecho, el momento más inteligente para contratar un seguro es precisamente cuando estás joven y sano. Las primas son mucho más bajas y te aseguras de que no te excluyan padecimientos en el futuro.

  • "No me fío de las aseguradoras"
    Claro, las malas experiencias existen, pero no todas son iguales. Trabajar con un agente de seguros profesional y que de verdad ve por ti cambia la historia por completo. Un buen asesor te ayuda a entender hasta la letra chiquita de tu póliza, pelea por tus intereses y te lleva de la mano cuando lo necesitas, haciendo que todo sea claro y justo.

La cruda realidad detrás de los números

La situación en México es crítica, y los datos no mienten. A pesar del aumento de enfermedades crónico-degenerativas, solo uno de cada diez mexicanos tiene un seguro de gastos médicos mayores. Esto significa que nueve de cada diez personas están a la deriva, expuestas a pagar de su bolsa cada centavo si enfrentan una enfermedad grave. Puedes leer más sobre esta preocupante estadística en fuentes de noticias nacionales.

Imagínalo así: en un Estadio Sonora lleno, con 16,000 aficionados, estadísticamente solo 1,600 tendrían cómo pagar una emergencia médica fuerte. Los otros 14,400 tendrían que echar mano de sus ahorros, pedir prestado o vender lo que tienen.

El verdadero costo no es lo que pagas al año por un seguro. El costo real es poner en juego el patrimonio y el futuro de tu familia por no tenerlo. Es enfrentar una crisis de salud y, al mismo tiempo, una crisis económica. Si estás listo para dejar de ser parte de la estadística, hablemos.

Dudas comunes sobre tu seguro de gastos médicos mayores

Ya estamos llegando al final del recorrido, y es totalmente normal que todavía tengas algunas preguntas en el tintero. Por eso, aquí vamos a darle respuesta a esas dudas que casi siempre surgen cuando estás a punto de contratar un seguro de gastos médicos mayores. La idea es que te lleves respuestas claras y directas para que tomes tu decisión con toda la confianza del mundo.

¿Cuál es la mejor edad para contratar un seguro de este tipo?

La respuesta es corta y contundente: lo antes posible. Contratar tu seguro cuando eres joven y estás sano te da dos ventajas gigantescas. Por un lado, las primas anuales serán mucho más económicas, y por otro, evitas que futuras enfermedades queden fuera de la cobertura.

Aunque nunca es tarde para empezar a protegerte, hacerlo temprano es, sin duda, la jugada más inteligente para tus finanzas. Piensa que el costo del seguro va subiendo con la edad, igual que el riesgo de desarrollar alguna condición médica.

Si ya tengo una enfermedad, ¿el seguro la cubre?

Por lo general, las enfermedades que ya te diagnosticaron antes de firmar el contrato no entran en la cobertura. En el lenguaje de los seguros, a esto se le conoce como "preexistencia". Por eso es vital ser 100% honesto cuando llenes el cuestionario médico.

Ocultar información puede dar pie a que la aseguradora anule tu póliza justo en el momento en que más la necesites. Hay algunas compañías que podrían cubrir una preexistencia después de varios años sin presentar síntomas, pero cada caso es único y se analiza por separado.

¿Puedo atenderme en cualquier hospital de Hermosillo?

Tu póliza funciona con una "red médica", que no es otra cosa que la lista de hospitales, clínicas y doctores con los que la aseguradora tiene un convenio. Antes de firmar nada, es importantísimo que revises si los hospitales que te interesan en Hermosillo, como CIMA o San José, están en el plan que estás considerando.

Si vas a un hospital fuera de esa red, lo más seguro es que termines pagando una parte mucho más grande de la cuenta o que la cobertura sea muy limitada. Revisar la red médica es un paso que simplemente no te puedes saltar.

¿Qué pasa si me atraso un mes con el pago de mi póliza?

Las aseguradoras te dan un periodo de gracia, que casi siempre es de 30 días, para que te pongas al corriente. Pero ojo, si dejas pasar ese tiempo, la póliza se cancela en automático y pierdes toda la antigüedad que habías ganado.

Esto es clave. Si tu póliza se cancela y más adelante quieres contratar otra, todos los periodos de espera para cubrir ciertas enfermedades (como maternidad o padecimientos complejos) empiezan a contar desde cero otra vez.


Dar el paso para proteger tu futuro y el de tu familia es lo más importante que puedes hacer. En ABE Seguros, estamos aquí para resolver cualquier otra duda y ayudarte a armar un plan a tu medida, sin rollos y con la claridad que te mereces. Agenda una cita con nosotros y empieza a construir tu tranquilidad desde hoy. https://abeseguros.com